Amigo Jorge,
Aunque este no es un blog político, ni es su fin, los hechos a los que asistí ayer, me han dejado todo el día pensando y no he podido evitar escribir este post, alejado de todo interpretación política, que conste. Aunque creo que hoy los hechos son de sobra conocidos, esta es mi versión: ayer estuve en la UAM, no solo porque siempre me es muy agradable volver a la Universidad en la cual estudié, sino porque en esta ocasión, se celebraban unas jornadas que a priori serían de gran interés; se trataban de unas Jornadas de Cooperación Tecnológica entre España e Israel sobre Energías Renovables organizadas por el Parque Científicio de Madrid. En las mismas, representantes de ambos países, auténticas potencias mundiales en el sector, y tras las habituales intervenciones de cargos institucionales, iban a hablar de los últimos avances, los nuevos métodos de gestión, la financiación de proyectos, buenas prácticas, capital riesgo en el sector, España como destino de inversiones israelíes y demás temás de interés.
Antes de empezar el acto un grupo de manifestantes pro-palestinos, en la creencia de la presencia del Embajador de Israel en España, irrumpieron en el lugar previsto inicialmente para la celebración de las jornada provocando por consiguiente, el cambio de ubicación de las mismas. Enterados los manifestantes de dicho cambio y a pesar de la ausencia finalmente de cualquier cargo político israelí, se acercaron al nuevo edificio, entraron en la sala prevista para las Jornadas entre gritos, cánticos, abucheos y pitos, ocuparon la misma, y provocaron por tanto, la suspensión del mismo.
Aún ya habiendo conseguido la paralización de las jornadas, los ponentes israelíes tuvieron que salir del edificio escoltados por la policía ante la exaltación de los manifestantes que incluso llegaron a zarandear al coche que llevaba a estos representantes fuera de la universidad.
No me siento capacitado para juzgar, si quierea opinas, sobre los hechos ocurridos en aguas internacionales y que provocaron dicha manifestación, ni es mi objetivo. En cualquier caso, no es difícil no sentir simpatías por la causa palestina, incompresión por la actitud de Israel, y cierto estupor por el ataque desproporcionado del ejército.
Dicho esto, me surgen las siguientes reflexiones respecto al boicot al acto del PCM: ¿siendo en última instancia los soldados del ejército de Israel que abrieron fuego los culpables reales de dichas muertes, es justo que se amedrente a estos ponentes, meros investigadores y empresarios por el único hecho de ser israelíes? ¿es un boicot a todo lo israelí, aunque perjudique a empresas e instituciones españolas, la respuesta correcta? ¿siendo el fin criticar a Israel por «las muertes provocadas», es ampliable dicha crítica a todo lo que venga de Israel? Estas Jornadas habrían sido de un gran interés para los asistentes: investigadores, emprendedores y estudiantes en su mayoría y españoles todos, quienes al final, quedaron privados del conocimiento que habrían obtenido de esos empresarios de EERRs israelíes. ¿quién ha ganado con esto? ¿ha valido para algo?
Sinceramente, ver las caras de los organizadores de estas Jornadas, a partes iguales mezcla de rabia, impotencia y resignación, me han hecho pensar al final para qué ha valido esto y si el fin justifica los medios. ¿Pero vale la pena el fin?
Espero no escribir muchos más post como éste, pero un día como hoy no me salía otra cosa.
Un abrazo.
Emilio
¿Quién es esta gente?
¿Por qué odian a los judíos y a occidente?
¿Por qué simpatizan con terroristas, regímenes totalitarios o el integrismo religioso no cristiano?
Los odios porque representan la cultura de la superación, del esfuerzo, del progreso… las simpatías porque representan la cultura del inadaptado, del intransigente, de la igualdad por debajo… lo que ellos confunden con la democracia.
Y es que la sociedad occidental exige mucho, y hay que tener un mínimo.